La demanda por home banking se disparó en la primera semana sin cepo para personas humanas y luego se estabilizó. El sistema financiero recuperó protagonismo, crecieron los depósitos en moneda extranjera y aflojaron las extracciones en efectivo.
Hace un mes se produjo la salida del cepo cambiario para personas humanas. El 14 de abril se eliminó el límite mensual de u$s200 para la compra de divisas en el mercado oficial, junto con la prohibición de operar en otros mercados. Además, se derogaron los recargos impositivos para la compra de moneda extranjera, salvo en los casos de gastos por turismo y uso de tarjetas de crédito en el exterior. Estas medidas generaron un efecto inmediato: el derrumbe de la brecha cambiaria.
Hace un mes, el propio ministro de Economía, Luis Caputo, salió categóricamente en una entrevista a declarar que "no hay pesos" para descartar así la posibilidad de una corrida cambiaria. Sin mencionar directamente la "volatilidad", su diagnóstico parece haberse cumplido. Así lo confirman tres entidades financieras en diálogo con Ámbito al ser consultadas sobre cómo evolucionó la demanda de dólares tras la apertura del cepo.
"Las transacciones crecieron, sobre todo durante la primera semana. Para que tengas una referencia, pasamos de operar entre u$s15 y u$s20 millones a u$s50 millones. Pero esa tendencia no se sostuvo", detalló una de las fuentes consultadas. Otra, perteneciente a uno de los diez principales bancos del país, agregó: "La compra de dólares se incrementó significativamente. Solo en abril, tras la salida del cepo, vendimos u$s28 millones. En todo el primer trimestre, habíamos vendido apenas u$s1 millón".
En términos generales, las entidades coinciden en que la demanda de dólares se disparó en los primeros días, pero luego se moderó. Sin dudas, la salida del cepo cambiario fue uno de los anuncios más esperados por el sistema financiero, no solo porque les permitió retomar su rol tradicional como prestadores de crédito, sino también porque recuperaron el manejo masivo de operaciones de compra-venta de divisas. Además de estos dos factores, se suma el fuerte crecimiento de las cuentas en dólares, que beneficia a los bancos, ya que en algunas entidades genera un costo adicional para los clientes.
Fuente: Ámbito Financiero