La baja de precios internacionales golpeó a cerealeras que habían pagado con antelación retenciones por 3 millones de toneladas de subproductos de soja y maíz. Bronca con Milei.
El campo eleva la presión para que Javier Milei promueva otra devaluación como condición para liquidar la cosecha gruesa. Con el derrumbe de los precios internacionales, ese clamor agroexportador entraña una razón poco conocida y que dispara acusaciones al Gobierno.
En la frustrada ley ómnibus, el Ejecutivo impulsó subir del 31 al 33% los derechos de exportación de subproductos de soja (harina y aceite) y del 12 al 15% los del maíz.
Para esquivar esas subas porcentuales que finalmente no se dieron, en diciembre las cerealeras registraron con antelación exportaciones por más de 3 millones de toneladas. Lo hicieron a un valor promedio de 460 dólares la tonelada. Ahora, las cotizaciones están abajo de los 400 dólares.
Esa movida generó pérdidas económicas en el sector por más de 300 millones de dólares y lo atribuyen directamente al amague de suba de retenciones que hizo la administración libertaria en diciembre.
"El gobierno generó un alto nivel de incertidumbre", acusó un dirigente agroindustrial consultado, que sostuvo que ese clima disparó registros de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) "mayores a los normales", en los que se pagaron derechos de exportación con varios meses de antelación, cuando ahora el mercado internacional bajó.
Fuente: La Política Online