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Villa Padre Monti: "caminar entre las nubes"

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Se llega por la ruta provincial 305 y luego se continua por un camino enripiado. Para llegar a la cascada, lo mejor es seguir el arroyo en contra de la corriente.

Un plan de domingo que toda la familia puede hacer: una caminata de una hora de ida y una hora de vuelta hasta una majestuosa cascada en Villa Padre Monti, muy cerquita de la capital tucumana.

A pesar de que creemos conocer cada rincón de nuestro Tucumán, lo cierto es que hay zonas que ofrecen maravillas secretas y para colmo de fácil acceso para todos.
Este sendero que comienza muy ancho al principio y luego se va afinando, tiene una desventaja: hay algunos caminos alternativos que pueden prestarse a la confusión. Para que esto no suceda la recomendación es simple: seguir siempre caminando a contracorriente del río, siempre divisándolo.

Un total de 4 cascadas son las que veremos en este trekkiing de una hora. Las dos primeras están prácticamente pegadas, y ocultas por la sombra de la yunga, en donde abundan los helechos y el musgo (se recomienda caminar con precaución y calzado adecuado, por las zonas resbalosas).

Siguiendo a contracorriente del río y cruzándolo en un par de ocasiones ya llegamos a la tercera cascada, un salto de agua de unos 10 metros y de agua muy fría, que cae entre las piedras. Continuando por el sendero marcado, nos encontramos con un par de dificultades para alcanzar la más imponente de las 4 cascadas. En algunas zonas, el sendero es en subida, angosto y resbaloso, por eso hay que hacerlo con calma y pisando firme. Además, algunas zonas del angosto río están cercadas, aunque dicho cerco está abierto en algunas zonas. Cruzamos el río en su parte más agosta al menos un par de veces más, hasta que sin pensarlo llegamos al más imponente de los saltos, de unos 15 metros de altura.

Cuando parece que no hay más cascada ni río, el silencio nos deja escuchar a lo lejos el sonido de una caída. Guiándonos por ese sonido y el sendero, nos encontramos de frente con el imponente salto de agua que hace que todo el camino haya valido la pena.

Ahora sí, las precauciones: utilizar pantalones largos, pues algunas plantas generan ardores y molestias al rozar la piel. Llevar protector solar, repelente, y agua. Además, se recomienda hacer el recorrido en grupo pues no está señalizado. No hay señal en los celulares en la zona (al menos no de Personal y de Claro). Con una hora de ida y una hora de vuelta es suficiente, pero se recomienda hacer la caminata cuando todavía hay mucha luz pues el sendero está oculto en la yunga tucumana y prácticamente no ingresa el sol. Para regresar, siempre seguir el sendero en dirección del agua.

El camino es de dificultad media a baja, y es posible que lo realicen niños. ¡Animáte!